Es notorio, frente a la desinformación que rodea el tema, que lo que llaman Al Qaeda fue un invento de la CIA cuya utilidad varió con el tiempo: Primero era la denominación que recibía la red o base de datos que contenía a los muyahidines con los que colaboraron en la guerra de Afganistán contra la URSS. Tras la caída del bloque soviético, durante unos años fueron fabricando la "amenaza terrorista" con la excusa del islamismo radical. Esta elaboración del enemigo imaginario o del chivo expiatorio cristalizó en los auto-atentados, o acto de "falsa bandera", del 11-S de 2001. La cabeza de turco (ó árabe en este caso) con que entretener al personal recayó en esta ocasión en un destacado integrante de una noble familia saudí que hasta entonces habían tenido íntimos lazos políticos y económicos con la del Presidente norteamericano del momento.
Las tramas terroristas no se explican sin la intervención de los servicios secretos. El montaje de opereta continuó funcionando una década hasta que, por el motivo que sea (figura amortizada, necesidad de subir la popularidad del Presidente nobel de la paz embarcado en varias guerras, o cualquier otro/s manejo/s...), se decidió finalmente el 2 de mayo de 2011 sacar la noticia tan esperada por la masa patriota idiota yanqui.
El caso es que la persona en sí que encarnaba al personaje, parece ser que criaba malvas bastantes años antes. Hay varias versiones sobre su fallecimiento fechado a finales de 2001. Unas conjeturas defienden que murió por enfermedad: fallo renal (necesitaba llevar consigo una máquina de diálisis, a ver cómo era esto posible a finales de 2001 en las cuevas de Tora Bora), síndrome de Marfan...
Pero la verdad tal vez se acerque más al testimonio que en 2007 presentó Benazir Butto, dos veces primera ministra y ex-candidata a la presidencia de Pakistán en 2007, sobre el asesinato del líder talibán llevado a cabo en diciembre del 2001 por Omar Sheik (agente de los servicios de inteligencia del gobierno paquistaní, colaborador de la CIA). Casualmente, pocos días después de estas declaraciones, Benazir fue liquidada a tiros. Por si no fuese suficiente, reproduzcamos a otra voz "autorizada": Stieve R. Pieczenick, nada menos que ex-subsecretario de Estado de los USA que trabajó bajo varias administraciones: "Bin Laden murió en 2001, y el 11-S es un trabajo interno".
15 de mayo de 2011
teatro de marionetas
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