17 de mayo de 2011

el naufragio del sufragio (5ª parte)

¿Quieres cultura, libertad, igualdad, justicia? Pues vé y conquístalas, no quieras que otros vengan a dártelas. La fuerza que tú no tengas, siéndolo todo, no la tendrán unos cuantos, pequeña parte de tí mismo. Ese milagro de la política no se ha realizado nunca, no se realizará jamás. Tu emancipación será tu obra misma, o no te emanciparás en todos los siglos de los siglos. Y ahora, vé y vota y remacha tu cadena. (Ricardo Mella en "Solidaridad Obrera", nº4. Gijón, 25 de diciembre de 1909)

Os bajaremos los sueldos, os quitaremos derechos, nos llevaremos la pasta, y además nos votaréis! (Andrés "El Roto" Rábago García en "El País". Madrid, 12 de abril de 2011)

Prólogo: Tras tímidos y fallidos intentos en los últimos meses en eso que llaman España de fraguar algún tipo de movimiento de protesta al Sistema político establecido causante de una situación social y laboral deplorable, parece -en estos mismos momentos, mientras se escriben estas líneas- que alguno de ellos pueda llegar a cuajar, aunque sea bajo el asqueroso nombre de "Democracia Real Ya". Pero, por desgracia, no van a la raíz del problema. Además, los orígenes, funcionamiento y motivación de muchas de estas plataformas cívicas aparentemente independientes (algunas de los cuales se volatilizan rápidamente igual que surgen, de la nada) queda un tanto en cuestión, por la aparición de cierto tipo de sujetos al mando que dejan mucho que desear y conducen a la sospecha: Por ejemplo, uno de los portavoces del movimiento antes nombrado, es un joven diplomado en CC. Empresariales que aspira a ser empresario y estudia en el último año de Investigación y Técnicas de Mercado del ICADE de la Universidad Pontificia de Comillas; otro ha trabajado para partidos políticos y bancos. Veremos. A la misma vez que ocurre todo esto, resuena la iniciativa propagada cibernéticamente del #nolesvotes, al que por fortuna mucha gente más sensata ha corregido con el acertado pronunciamiento del #novotes.

Aunque Ata sea un excelente humorista, en este caso reproduce el cliché y argumento falaz de que si no votas, sí lo hacen los fachas y saldrá un gobierno ibídem.

Esta negación de nuestro derecho y libertad es lo que nos quieren meter en la cabeza a la fuerza, y a lo que por dignidad y razón nos oponemos abogando por la abstención activa.

A continuación, transcripción casi íntegra de un escrito donde se interpreta un diálogo entre un votante y un abstencionista:

- O sea que tú no vas a votar.
- Pues no. No lo he hecho antes y no voy a empezar ahora.
- Precisamente ahora, según está la cosa…
- Por eso mismo. No creo que se vaya a solucionar nada votando. mira, los anarquistas llevamos más de un siglo diciendo que el poder corrompe, que quienes se instalan en él, en un Parlamento o en una Dictadura, atienden a sus intereses nada más, por buenas intenciones que lleven al principio, si es que las llevan. Y esto se ha ido demostrando gobierno tras gobierno.
- Pero si no votas, luego no te vas a poder quejar.
- Será más bien al revés. Como no voto, no dejo que nadie decida por mí. No le doy a nadie un cheque en blanco para que haga leyes o reformas con las que no voy a estar de acuerdo. Quien no se podrá quejar será quien acuda a las urnas pensando que le van a solucionar sus problemas. Las personas que votan son en el fondo responsables de lo que luego ocurre, porque han elegido al partido Tal ó Cual.
- ¿Cómo puedes decir eso? Hay diferencias: en lo social, por ejemplo, no es lo mismo un partido de derechas que de izquierdas. El de izquierdas ayudará más al trabajador, a los pobres...
- Eso es lo que tú dices. Te pongo un ejemplo: en los últimos 30 años ha gobernado en España el P$oOE durante 20. En ese período ha hecho reformas laborales o cambios en las leyes para los trabajadores en 1983, 1984, 1992, 1994, 2006, 2009, 2010 y 2011. Casi una cada 2 años. Por supuesto, ninguna ha servido para mejorar nuestras condiciones sino para ir perdiendo lo que se había ganado con años de lucha sindical. Además, las "políticas de izquierdas" han desarmado el entramado industrial, han empujado a trabajadores a darse falsamente de alta como autónomos, han introducido las ETT en el mercado y les han dado más ventajas y, como todos sabemos, recientemente ha subvencionado a los bancos en medio de una crisis que ellos habían creado. Es sólo un ejemplo.
- Bueno, no me refiero solamente al P$oE. Hay otros partidos.
- Es verdad, hay otros, pero ninguno va a poder decidir otra cosa. Hace ya algún tiempo que los Parlamentos legislan en todas las materias, pero quienes deciden de verdad no son ellos.
- ¿Y quiénes son?
- Algunos los hacen llamar "mercados" y los anarquistas les solemos llamar sencillamente los capitalistas. Un grupo de personas que se apoyan en instituciones internacionales para decidir si desestabilizan un país, si una medida se puede tomar o no, si una política económica les conviene... A la vista está el resultado.
- Vale, admito que los capitalistas, como dices, mandan mucho. Pero mejor será tener una Democracia donde la mayoría de la gente puede elegir a sus gobernantes, ¿no?
- Es que tampoco creo que la mayoría sea quien elija a los gobernantes.
- Si me vas a negar eso...

- Te lo niego, pero con datos, para que no te asustes. Tomemos las últimas elecciones: de cada 100 personas, 25 no votaron (una participación bastante alta, para lo que es habitual). De las 75 que votaron, 32 votaron al P$oE Y 30 al PP. El Gobierno se lo llevó el primero, como sabrás, así que nos gobierna un partido que han elegido solamente 32 de cada 100 personas de las que podían votar.
- Bueno, pero si no votaron es porque no quisieron.
- Eso lo admito. Todavía no es obligatorio votar, como en Bélgica, Australia o Argentina, aunque en estos países la gente se busca las vueltas para no votar.
- Luego reconoces que este es el sistema más justo de los que hay.
- No sé si es el más justo. Es el que hay y no es justo. No es cuestión de quedarnos con el cadáver que huela menos, sino de estar vivos.
- Pues en otros países están locos por tener una Democracia, mira tú todo lo de Egipto, Túnez y tal. Están hartos de que les gobiernen los mismos siempre y quieren más libertad. Por algo será.
- Por algo será, claro. Lo que no sabemos es por qué. Se quejan de que les mandan los mismos desde hace años, pero si te fijas en las Comunidades Autónomas, la cosa no es muy diferente: en Andalucía lleva el mismo partido 29 años, en Castilla y León, 24...
- Será porque son mejores.
- Porque para que te elijan en unas elecciones te tienen que conocer y todos sabemos cómo utilizan los partidos a los medios de comunicación.
- De todos modos, lo que no podéis los anarquistas es despreciar un Sistema por el que ha dado la vida mucha gente. Cuando había una Dictadura o en la República, muchas personas se la jugaron para que ahora hubiera libertad. El voto es una conquista de los trabajadores, a los que decís defender.
- Mucha gente dio su vida por la Democracia, sí, pero no todos los que figuran. Durante la República, los anarquistas o anarcosindicalistas eran una fuerza imprescindible y no querían una Democracia parlamentaria, sino un régimen más libre. Incluso la UGT, que era la otra fuerza sindical enorme, tenía una postura no parlamentarista muchas veces. Lo mismo durante la Dictadura y la Transición, lo que pasa es que la Historia la escribe quien gana, silenciando lo que no le gusta. Por otra parte, mucha gente ha dado la vida por muchas cosas que hoy nos parecen superadas, como la abolición de la esclavitud o que se reconociera que la sangre circula por el cuerpo. También se puede superar la Democracia parlamentaria.
- ¿Y no votando se va a conseguir un mundo mejor?
- No, claro. Tampoco exageremos. No ir a votar por desidia, pereza o ignorancia no cambia nada, por supuesto. No votar es la consecuencia de una actitud diaria, de querer cambiar el sistema de abajo hacia arriba, tomando en nuestras manos las decisiones que nos afectan, organizándonos en sindicatos...
- Espera. ¿Me vas a decir que los partidos políticos son corruptos y que los sindicatos no? Pero si todos viven de las subvenciones... además, en el curro ya veo yo que los sindicalistas ni van a trabajar, que están liberados, con un sueldo y sin pisar el tajo.
- Correcto. Todos menos uno. Hay un sindicato que no tiene subvenciones, ni liberados, donde cada cual aporta su conocimiento y esfuerzo y puede decidir sin que nadie le imponga nada. Se llama CNT, ¿te suena?
- Pues de algo antiguo, más o menos, ¿no?
- También es antiguo votar y lo defiendes.
- Me lo voy a pensar, la verdad.
- ¿A pensar? Eso está bien, a pensar y a no tragarte nada de lo que te digan...