Los acontecimientos retransmitidos por los mass media provocan dudas de su auténtico génesis, desarrollo y finalidad. De esta forma, hace poco por aquí se presentaban resquemores (en el párrafo titulado "Prólogo") sobre el movimiento de los llamados "indignados" que explotó la tercera semana de mayo de 2011: lógico que entre quienes no se creen nada se despierten suspicacias.
Sin embargo y en cualquier caso, siempre es de agradecer que la presencia y la voz popular tome calles y plazas. Que este tipo de manifestaciones del cabreo de los de abajo contra los mangoneos de los de arriba acabe por desbordarse, que no existan líderes ni figuras emblemáticas que ejerzan de portavoces de la indignación del pueblo, que las siglas no acaparen el protagonismo, que las decisiones se tomen por consenso asambleario sin manipulaciones, incluso que no tengan porqué proponerse alternativas concretas... todas estas características conforman la única posibilidad de que haya de verdad algo de vida y pálpito revolucionario en las protestas. Aunque es de esperar un desenlace de extinción, desvirtualización o asimilamiento del movimiento, lo que vale ya se ha llevado a cabo y quién sabe si se puede repetir con mayor intensidad.
Para ilustrar el acontecimiento que durante unos días ha tenido en vilo a tanta gente, qué mejor que el siguiente romance:
Recitado en la Plaza Sol de Madrid. Tal vez habría que puntualizar esos tics reformistas referentes entre otros temas a los partidos, pero qué más da, aún así lo importante es el espíritu con que el autor lo compuso. Si quieres bajarte el clip, puedes hacerlo desde aquí (hosting en megaupload, formato flv, comprimido en zip) o desde aquí (hosting en sendspace).