La palabra Papa proviene del griego Παππας ("padre"). Se usaba para denominar a obispos y jerarcas cristianos, hasta que a partir del s. XI se emplea de forma exclusiva para el obispo de Roma. La justificación doctrinal de esta figura como cabeza de la Iglesia Católica y representante de Dios en la Tierra se originó a partir de la manipulación de las palabras que hipotéticamente Yeshua ("Jesús") le diría a Shimón Bar Yoná ("Cefás-Simón Pedro") en el Evangelio de Mateo, erigiéndolo como jefe de la Iglesia.
Desde San Pedro hasta Joseph Alois Ratzinger la Iglesia Católica Romana cuenta 271* Papas, de los cuales el 75% fueron italianos**. También hubieron 10 griegos, 3 españoles, 1 inglés, 1 polaco... todos ellos pertenecientes a países de Europa o del Mediterráneo (el Espíritu Santo hasta la fecha no ha considerado otras procedencias). Lo cierto es que hasta el año 235 todos los nombres son inciertos, especialmente hasta el 166, ya que el inventario de obispos de Roma es arbitrario y sin base documental. A los Papas que resultan dudosos habría que sumar los cismáticos y los antipapas (unos 40 registrados por la Iglesia). La costumbre de usar alias se generalizó a partir del s. XI, siendo el primero que se cambió de denominación Juan II (533-535), cuyo nombre de nacimiento era Mercurio: el motivo, borrar cualquier denominación de origen pagano. La elección del Papa durante el primer milenio se realizaba por el clero y el poder civil romano, a partir de 1059 el procedimiento se encomendó a los cardenales.
La vida y obra de los Papas es variopinta. Los hubo con desenfrenada actividad sexual. Otros preferían apropiarse de todas las riquezas a su alcance. Unos se centraban en disputas políticas en Europa o en el Orbe. Bastantes se dedicaron a confeccionar absurdas masturbaciones teológicas. Algunos incluso tenían tiempo para realizar todas estas actividades de forma simultánea.
En esta serie se elaborará una semblanza de alguno de ellos, a partir de una selección de unos pocos que resulten representativos o significados junto a otros menos conocidos. Arrancamos al azar por ejemplo con los que han utilizado el el mismo alias que Benedicto XVI: los tocayos de Ratzinger.
Los dos primeros Benedictos coincidieron en la demora para tomar posesión del pontificado al necesitar de la confirmación en su puesto desde Constantinopla por parte del Emperador bizantino. La decisión del Espíritu Santo estaba, pues, supeditada a un poder terrenal mayor. En el caso del primero, de nombre Bonosus y fallecido en 579, su elección se retrasó 11 meses tras la muerte de su antecesor debido a la invasión lombarda que impedía cualquier comunicación entre Roma y Constantinopla. En cuanto al segundo, de nombre real desconocido y muerto en 685, entre su elección y su consagración pasaron 10 meses.
Benedicto IV tuvo como hecho más relevante de su papado (900-903) el de la coronación en el trono del Sacro Imperio Romano Germánico de Luis III (en disputa con Berengar de Friuli), así como la guerra contra los húngaros al norte de Italia y los sarracenos al sur. Al caer Luis III, perdió el favor del nuevo Emperador y sucumbió en manos de personajes como Teofilacto (jefe del Senado de Roma), su esposa Teodora y la hija de ambos Marozia, que a partir de 904 inaugurará la etapa conocida como "Pornocracia". En medio de una contienda entre seguidores y enemigos del anterior Papa, Formoso, Benedicto IV fue asesinado por encargo de Berengar I.
Las beligerancias políticas siempre han sido motivo de subidas y caídas de Papas, como también sucedió con Benedicto V que apenas aguantó en el trono papal unos meses en 964, ya que fue destituido y desterrado por el emperador Otón I que prefería para el puesto a su protegido León VIII, especialmente tras los rápidos desfalcos monetarios cometidos por el 5º Benedicto, escapado a Constantinopla y apuñalado más tarde por un marido celoso: recibió unos cien cortes y fue arrojado a una cloaca. En cambio, en 973 Benedicto VI fue elegido Papa gracias al apoyo del mismo emperador Otón I, aunque se encontró con el rechazo de Crescencio I (prefecto de Roma y hermano del Papa anterior, quien prefería sentar en la silla de San Pedro a su candidato, el diácono Francote). Aprovechando la muerte de Otón I el 7 de mayo de 973, Crescencio encabezó un motín con el que hicieron preso a Benedicto VI y nombró pontífice a su protegido (que tomó el alias de Bonifacio VII). Éste encarceló e hizo estrangular a Benedicto VI en junio de 974 para evitarle la tentación de reclamar su vuelta... asuntos entre Papas.
No obstante, Bonifacio VII apenas duró 6 semanas en el puesto, ya que el representante del emperador Otón II lo expulsó de Roma poniendo a Benedicto VII como nuevo Papa. Entre lo más destacado de su pontificado, el Sínodo que presidió donde prohibió la práctica de la simonía, muy generalizada en la Iglesia y que provocaba, entre otros efectos, un incremento de los sacerdotes casados: ya que con el matrimonio lograban que los hijos legítimos fruto del mismo heredaran los beneficios y cargos comprados.
Al igual que Benedicto VII y que otros cinco Papas, Benedicto VIII era Conde de Tusculum, además sobrino del Papa Juan XII. Apenas nombrado, fue expulsado de Roma por la familia de los Crescencio, que pusieron en su lugar al antipapa Gregorio. Año y medio más tarde, en 1014, Benedicto VIII fue repuesto por el rey Enrique II de Sajonia: a cambio, Enrique II obtuvo la coronación imperial en Roma. Durante su pontificado luchó contra sarracenos y bizantinos. Decretó la conocida como "Tregua de Dios" por la que se regulaba la guerra entre príncipes cristianos, prohibiendo las hostilidades entre el sábado por la noche y el lunes por la mañana. Introdujo de forma definitiva la procedencia del Espíritu Santo del Padre y del Hijo que desembocó más tarde en el Cisma de Oriente y Occidente. En el Sínodo de Pavía que se celebró bajo su presidencia y la del Emperador se repitió la exigencia de celibato para el alto clero hasta el subdiácono, y se estableció que los hijos habidos del enlace de sacerdotes no libres con mujeres libres habrían de seguir el estado del padre para que no se perdiese para la Iglesia, ni pudiesen ser peligrosos por la herencia del bien eclesiástico.
Benedicto IX también merecería capítulo aparte: sobrino de los Papas Juan XIX y Benedicto VIII fue el más joven sumo pontífice... elegido a los 11 años*** de edad! Esto se debió a los sobornos a la Curia por parte de su padre, el Conde Alberico III. Caso único de Papa que ejerció en tres distintos periodos su pontificado. La muerte del emperador Conrado II, restó al joven Benedicto IX su principal apoyo. Finalmente un capitán romano le expulsó de Roma en 1044 y puso en su lugar a Silvestre III. Depuesto por las armas por Benedicto, fue reelecto en abril de 1045, pero en mayo abdicó al vender por 1500 libras de oro su cargo al Arcipreste Juan de Graciano, el Papa Gregorio VI. En 1046 junto a su ex-enemigo Silvestre III quiso derrocar a Gregorio VI, pero el rey alemán Enrique III organizó el Concilio de Sutri que le expulsó de Roma. Benedicto atacó Roma y fue aceptado para evitar males mayores, con lo que fue ascendido por tercera vez en noviembre de 1048. Sin embargo, no lo admitieron los Crescencios, enemigos históricos de los Condes. Entre las dos familias estalló una guerra despiadada. Tras 8 meses fue expulsado el 17 de julio de 1048, pero no cesó de luchar por reconquistar el papado. Su afición por las faldas lo llevó a la muerte en pleno adulterio, ajusticiado por el marido engañado (igual que su tío-abuelo Juan XII!).
De Benedicto XI se puede destacar que murió en octubre de 1304 tras 8 meses de pontificado, envenenado con unos higos en vendetta, por encargo de Guillermo de Nogaret a causa de las intrigas en la Corte de Francia en las que tomó parte. merito suficiente para que en el s. XVIII fuese beatificado e incluido en el martirologio.
En cuanto a Benedicto XIII, nos encontramos con dos: Pietro Francesco Orsini (1724-1730) y el antipapa "Papa Luna" (1394-1423). Como el divertido es el segundo, a pesar de no pertenecer a la lista oficial, tratémoslo brevemente: Al ser nuncio del anterior antipapa Clemente VII, se opuso a Gregorio XII, y en medio de las beligerancias se eligió un tercer Papa que ejerció al mismo tiempo en Pisa, Juan XXIII. Tras solventarse el cisma de Occidente (Avignon vs Roma), Pedro de Luna, cabezón como él mismo -era aragonés de nacimiento-, se negó a renunciar y se recluyó en el castillo de Penyíscola donde excomulgó al resto de la Iglesia. Martín V quedó como único Papa en Roma y envió a España a un legado con la misión de envenenar a don Pedro Luna, pero no tuvo éxito.
Los pocos Benedictos no tratados en este apartado no destacaron especialmente. Por ejemplo, Benedicto XIV en comparación con sus tocayos anteriores resulta hasta casi cándido, eso sí, era un fumador empedernido: quizás esto influyera en su decisión de eliminar los impuestos sobre el tabaco y despojar a los farmacéuticos de los Estados de la Iglesia del monopolio de su comercialización. Benedicto XV destacó por su neutralidad pasiva ante la I Guerra Mundial (mandaba sobre rebaño en ambos lados de la contienda), y en 1919 animó a Don Luigi Sturzo para que fundara el Partito Popolare Italiano, embrión de la futura –derechista– Democracia Cristiana. Una de las anécdotas de su mandato fue la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, en una ceremonia donde con la indulgencia plenaria y la bendición papal participaron Alfonso XIII; su gobierno y 14.000 fanáticos, y se inauguró el monolito con la inscripción de Cristo afirmando "Reinaré sobre España".
Benedicto XVI en diciembre de 2005 poniéndose el clásico tricornio de la guardia civil española.
Por último, llegamos a Benedicto XVI. Sucesor y mano en la sombra de Wojtyla , quien durante muchos años fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (eufemismo para denominar a la misma organización que llevaba el nombre de la Santa Inquisición), desde donde el viejo alemán que en su día perteneció a las juventudes de las SS del IV Reich (hecho que no era unánime en todos los adolescentes de la época, al contrario de lo que sus defensores alegan para exculparlo) defendió a machamartillo las conocidas tesis retrógradas: rechazo a que católicos divorciados puedan comulgar, al sacerdocio de las mujeres, al homosexualismo, a la contracepción... además de proteger a varios sacerdotes acusados de pederastia.
* Lista oficial, en otras se enumeran 265 ó 260. Del primer siglo no hay ninguna constancia documental al respecto: no existe constancia de nombres de obispos de Roma. El que se cuenta como segundo papa, Linus, es una falsificación realizada en el siglo posterior, etc.
** Carol Wojtyla fue el primero no italiano en 455 años (de 1523 a 1978).
*** Raoul Glaber ("Historiæ”, IV, 5, n. 17. Cf. V, 5, n. 26), entre otras fuentes. Aunque la mentirosa Enciclopedia Católica afirme que tenía 20 años.
Bibliografía consultada para la confección de este post y los siguientes de esta serie: Karlheinz Deschner "Historia criminal del cristianismo" (tomos I-VII), Fernando Vallejo "La Puta de Babilonia", es.wikipedia.org/wiki/Papa, Javier García "Historia negra de los Papas", Santiago Camacho "Biografía no autorizada del Vaticano", Jacobo Fo y otros "O livro negro do Cristianismo"