Enmedio del miasma que sobre el pueblo está arrojando el Capitalismo globalista de la mano de los gobiernos como ejecutores, no se conforman con distraer, manipular y mentir al ciudadano; sino que la burla alcanza niveles estratosféricos.
Se ríen en nuestra cara. A modo de anécdota, esto es así cuando un tipo que por ser el tercer vástago de un vago redomado (en verdad sí ha dado alguna vez "Golpe", del que se vio después beneficiado), heredero por Derecho divino de una Jefatura de Estado, suelta recientemente -en los discursos que le escriben- sin sonrojarse perlas como las que siguen en el intervalo de unos pocos días:
- En un acto institucional de homenaje a los notarios, resalta su valor y elogia su lucha contra el blanqueo y el fraude fiscal. Recordemos que en los lujosos despachos de tales leguleyos se traficaba al por mayor con dinero negro de bancos y constructores. Cobrando unos honorarios desorbitados por "dar fe" mientras reposan las gónadas bien mullidas en sus sillones.
- En una entrega de premios dizque periodísticos, abogó por no olvidar valores como independencia y rigor en la profesión (tan prostituida). Como remache, la lideresa de la taifa central afirmó, aguantándose la risa, que la información es la mejor herramienta para que los ciudadanos sepan lo que pasa y que ningún periodista debería ser altavoz para ningún político. Y se quedó tan ancha.
En realidad el pueblo debería alzarse con métodos no tan expeditivos y violentos pero más eficaces. Como la insumisión fiscal, abstenerse de las consignas que escupen los medios, evitar el uso del dinero, sacar todo el líquido del banco, o la huelga indefinida de consumo y de producción.
Sin embargo, entre tanta tomadura de pelo, poco a poco se atreven a explicitar sus auténticas intenciones, como cuando en abril de 2012 el Fondo Monetario Internacional defendió una bajada de las pensiones para reducir la esperanza de vida del vulgo.
Añadido 22 de junio de 2012: La desvergüenza y caradura del princi-pito bobónico no parece conocer límites. Su última "hazaña", que supera las arriba citadas, la declaración en la Escuela de negocios IESE de NY: Nuestros precios y salarios marcan el paso para volver a la competitividad. Ufano, reconoce así el empobrecimiento y miseria al que están sometiendo a la servidumbre de su Reino.