Cuento absurdo, cuyo parecido con hechos reales es pura coincidencia: El yernísimo, manifiesta sentirse indignado por ser acusado junto a la listilla de su esposa y socia, la misma que durante años asesoraba a un banco, de embolsarse ingentes millonadas de las arcas de un país feudal de siervos humillados.
Pufos monumentales y saqueos al por mayor, usando varias tapaderas para evasión fiscal como ONGs de ayuda a niños con cáncer y niños discapacitados. Sin problemas, el noble será absuelto o siquiera procesado porque la culpa la tenían las facturas, el yernísimo sólo se encargaba de coger el dinero y correr a los USA porque es un deportista, y pies para qué os quiero. Además, seguro que confía en el Estado de Derecho: él dice ser inocente.
En euskera, Urdanga significa "gorrina" (hembra del cerdo), Arin se refiere a "rápido".
Minucias al lado de lo de su suegro encubridor, el enriquecido capo de la Familia y del negocio, irresponsable ante la Ley y presunto delincuente culpable de delitos como fraticidio, golpismo, malversación de fondos públicos, corrupción... amén de la contratación de servicios de prostitución de lujo pagados con fondos reservados.