Ambos artistas uruguayos, zurdos en lo político, represaliados en los años '70-'80 del s.XX y exiliados. Uno era escritor y gran poeta, fallecido en 2009. El otro, músico-cantautor. En 1978, cuando se encontraron en México se dieron cuenta de cuánto tenían común sus obras, y así surgió la idea de conjugar los poemas del primero con las canciones del segundo. Bautizaron sus recitales conjuntos con el título de "a dos voces", un espectáculo que mantuvieron durante 27 años. El resultado, casi inmejorable.
Arriba, un fragmento emocionante de una de las últimas actuaciones, en la que se combina el poema "Desaparecidos" con la rola "Otra voz canta", donde versan sobre los asesinados y desaparecidos durante las dictaduras militares, pensando especialmente en lo acaecido en el Cono Sur. Si quieres bajártelo, puedes hacerlo desde aquí (hosting en fileden, formato mp4, comprimido en zip) o desde aquí (hosting en 4shared) o aquí (hosting en mediafire).
Aprovechando la circunstancia, y ya que de la cosecha de Mario Benedetti pueden recogerse miles de muestras maravillosas, cerramos el post con unas palabras suyas de cariz motivacional o estimulante:
No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma. Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo. Porque lo has querido y porque te quiero. Porque existe el vino y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron, vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento. Porque no estás sol@, porque yo te quiero.