Mientras el Estado* en la península Ibérica ha desactivado una de sus ramas militares, ya que por un lado ha amortizado el provecho que sacaba del terrorismo separatista euskérico; y por otro, cuenta con nuevas amenazas con las que engañar, atemorizar y subyugar al populacho; resulta que se ha visto por ahí una pequeña maniobra puntual de "propaganda por el hecho", que algunos han osado de calificar como violenta, pero que encarna el auténtico sentido de lo que debería ser la acción directa contra el Poder, de forma que sus representantes sientan el miedo a que cualquier día, en cualquier lugar, les ocurra algo similar.
En un acto en Toulouse el 27 de octubre de 2011, la presidenta foral de Navarra se encontró con una sorpresita cuando 8 activistas del movimiento Mugitu en contra del Tren de Alta Velocidad, le estamparon 3 tartas de merengue en la jeta.
Detrás, con chaqueta clara, la interfecta con restos de pastel en careto y moño. Delante, ecologistas exhibiendo carteles de denuncia.
Veámoslo pues en video, que merece la pena reproducir la jugada:
Muy bien, así se hace. Desde estas líneas no podemos sino aplaudir este tipo de charlotadas contra los monigotes que detentan las poltronas, más si cabe mediante una original forma de terrorismo cómico, de pastel, que esgrime el derecho legítimo a la pataleta con el que protestar frente a la rapiña de gobiernos y empresas sobre la Tierra y el pueblo. Es de lo poco que nos queda a los de abajo, hacer evidente lo patético de los madamases y reírnos de ellos. Si quieres bajártelo, puedes hacerlo desde aquí (hosting en megaupload, formato mp4, comprimido en zip) o desde aquí (hosting en sendspace).
* Con un análisis mínimamente concienzudo del asunto se llega a la conclusión de que, en la práctica, toda actividad conocida como "terrorista" está tele-dirigida desde las cloacas estatales. Algunos ejemplos: 1, 2 y 3. Incluso movimientos anti-establishment se nutren de cabecillas infiltrados por las agencias gubernamentales de inteligencia.