La diferencia entre dictadura y democracia es que en esta última se vota antes de obedecer. (C. Bukowski)
Democracia es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística. (J.L. Borges)
Si votar cambiase algo, lo harían ilegal. (Emma Goldman)
Primera entrega de una serie de artículos que dedicaremos desde distintos enfoques a desmontar una farsa tan evidente como continuada y en apariencia inquebrantable, cuyos ecos de forma periódica y sin solución ha de padecer el ciudadanito de a pie. Rebatiremos argumentos fútiles como que si no votas no tienes derecho a quejarte o que es el menor de los males, denunciaremos el pampaneo democrático que se plasma en el llamamiento a la población a ser cómplices del parlamentarismo. La inducción masiva a la ilusión de una abstracta capacidad de decisión y de contribución a esta Democracia en la que quien realmente manda y dicta las directrices está por encima de los que figuran como gobernantes. Macro-montajes vomitivos (dizque campañas electorales) que sirven como justificación para el posterior reparto entre los jugadores -de todos los colores- de los sillones en las instituciones de los Poderes Legislativo y Ejecutivo.
Por que Nadie te dará trabajo, nadie te comprenderá, nadie te proporcionará vivienda digna, nadie acabará con el mangoneo y con la corrupción, nadie protegerá el medio ambiente...
El sistema parlamentario tal como está montado no es más que un acaparamiento monopolista del pastel de la administración de cosas y personas por parte de los partidos políticos, siempre al servicio de los intereses de las elites. Ya lo dice el republicano irredento García Trevijano: Como jurista que soy, afirmo que no hay una sola ley en más de 30 años que sea válida, todas son nulas, porque todas se han votado con el mandato de los partidos a sus diputados, prohibido por la Constitución.
En cuanto a esos personajes lúgubres que aspiran a medrar ocupando un escaño o un puesto de regidor, psicológicamente se clasifican en:
a) robaperas malvados,
b) inútiles que mienten más que hablan.
Aunque en muchos casos convergen ambas características. En cambio. cuando defendemos la propuesta de la abstención activa, ésta se hace fundamentada en dos principios: lo improductivo del voto, y la postura de dignidad personal y desafección al no participar de su Régimen manifiestamente injusto, corrupto y putrefacto.
A continuación, un fragmento de un discurso magistral del brillante George Carlin, donde enlaza el tema de la educación de las masas para hablar de cómo los políticos están puestos ahí para dar la idea de que tenemos la libertad de elección. Pero es falso, lo que hay arriba en verdad son grandes Propietarios que lo controlan y poseen casi todo, ávaros cuyos intereses se basan en una ciudadanía mal informada, obediente y sin pensamiento crítico. Al final se indigna al recordar que personas pobres, trabajadoras y honestas, continuan ejerciendo tal "derecho", votando a estos lameculos con dinero a los que no les importamos una mierda:
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