El 19 de abril se ha instaurado oficiosamente (por suerte todavía no institucionalmente) como el Día internacional de la Bicicleta. El origen de la elección de esta efemérides en defensa de los pedales es cuanto menos curioso. Se remonta a tal día de 1943 en Basilea, cuando el doctor Albert Hofmann practicando un autoensayo se drogó con una cantidad de LSD (sustancia sintetizada años antes por él mismo) creyendo que era una dosis mínima.
Tripi, papel secante impregnado con LSD. Adornado con motivo que rememora el suceso referido.
Al volver en bicicleta a su domicilio, durante el trayecto experimentó las consecuencias de la ingesta del ácido lisérgico con las sensaciones psicoactivas: primero ansiedad y luego alucinaciones caleidoscópicas cromáticas.