11 de febrero de 2011

de revueltas norteafricanas

Las revoluciones fracasan porque, una vez que triunfan, los hombres dejan todo en manos del nuevo gobierno "revolucionario"... en lugar de hacerlo ellos mismos. (Ricardo Flores Magón, periodista y anarquista mexicano, 1874-1922) 

Son más las cosas que nos unen que las que nos separan. (José Bono, Presidente del Congreso español en su visita al dictador asesino de Guinea Ecuatorial, 10 de febrero de 2011)

Cuánta razón tiene en estas últimas declaraciones tal político falangista del PSOE respecto a ellos mismos. Si hay algo que ha quedado en evidencia con las revueltas que entre finales de 2010 y principios de 2011 han estallado en distintos países del ámbito musulmán es, más que la connivencia, el respaldo absoluto (mientras todo marchaba correctamente) que a sátrapas y dictadores de estos países se ha brindado en función de intereses políticos y económicos. Por ejemplo, los partidos perpetuados en el Poder en Túnez y Egipto pertenecían a la progresista Internacional Socialdemócrata. Otros países que no pasan el canon de democracia occidental pero que cuentan con relaciones privilegiadas con el Primer Mundo son Arabia, Uzbekistán, Turkmenistán, Etiopía, Chad o Camerún.

Con el silencio producido hacia otras revueltas que se han venido produciendo simultáneamente como en Albania (con varios muertos entre los manifestantes en enfrentamientos con la policía), tras la explosión tunecina con el consecuente y rápido exilio dorado de su ex-presidente vitalicio, y el olvido mediático, la atención se centró en el siguiente foco de revuelta (que no revolución) popular: el país de las Pirámides.

Todo comenzó con una convocatoria el 25 de enero en contra del Presidente, organizada con el boca a boca y mediante un grupo de Facebook*, ipso facto se declaró el estado de sitio y comenzó la masacre de la población civil a cargo de las fuerzas de seguridad. Al ser un Estado tercermundista, los movimientos de guerra sucia parecen más descarados, por lo que se hizo notorio el uso de provocadores, mercenarios y saqueadores a cargo de la policía secreta. Cuando los manifestantes se contaban por más de un millón, tal vez cometiron el un error de no haber abandonado la Plaza Tahrir, que consideraban un símbolo y su fortín, para dirigirse al Palacio Presidencial y asestar un golpe definitivo a la cabeza del Estado. La situación de tensión desde entonces se ha alargado con el pulso mantenido por la población contra el gobierno, ante la expectación de los militares en espera de la resolución de los hechos. Mientras, desde Occidente, se impulsó la promoción como heredero de un general vicepresidente, el anterior jefe de los Servicios Secretos. En éstas estamos a fecha de redacción de estas líneas.

Pinchar para ampliar. Imágenes auténticas y flipantes de distintos métodos de protección craneal improvisados por los manifestantes frente a la brutalidad policial.

Las víctimas entre los que no tenemos nombre se cuentan por centenares. En este tema no hay matices: el pueblo -los de abajo- siempre tiene la razón, y cuando se rebela lo hace con el hálito de atacar al Poder opresor, sin más. No se busca ni se necesita de alternativas ni de reemplazos. En cambio, todo aquel ques ostenta cargo de responsabilidad (gubernamental o mediático) en cualquier lugar son bien criminales, bien cómplices.

Foto ilustrativa de una reunión cordial de líderes mundiales, además la de abajo sirve para los anales del uso cutre de la manipulación con photoshop y de la megalomanía de este mierdecilla:  con Mubarak recortado y puesto encabezando la procesión, fue publicada en septiembre de 2010 por el diario lameculos Al-Ahram.

Antes de que la revuelta se apague o "reconduzca" hay que estar alerta a la posibilidad de manejos de hilos por parte de los de siempre: no hay que olvidar que un gran parte de acontecimientos impactantes de índole internacional (como atentados terroristas) fueron o han sido gestados por lo que se llama "los hombres tras la cortina". Egipto es un punto clave, ha sido durante mucho tiempo un aliado vital de USA e Israel en la zona. Otro aspecto a tener en cuenta es el de las técnicas de manipulación de masas. Al margen de las consideraciones que puedan hacerse del nuevo papel de las redes sociales virtuales como hilo de comunicación y transmisión en estos movimientos populares, es llamativo que uno de los instigadores en la red haya sido el jefe de marketing de Google en Egipto, una empresa poco sospechosa de insurreccionalista. 

* Grupo "Todos somos Khalid Said", el joven asesinado por la policía en Alejandría en verano de 2010.