2 de julio de 2010

trapos de colores en los balcones

Otro post de oferta "2x1", donde se comienza con un tema y se empalma con otro. Empecemos hablando sobre cierta tontería que se detecta estos días en las calles entre la borregada zombi-votante-telespectadora, con la reproducción de un articulete que viene al pelo:

Imagen tomada del blog de José Tomás (el matador de toros esquizoide no, claro, sino el pintamonas valenciano).

Propuesta de trapito genuinamente consensual.

La calle de Dominguet se llena de banderas de España
-> Dominguet necesita quemar una bandera española.
-> Los balcones de la calle donde vive Dominguet se han llenado de banderas españolas, una bandera republicana y una brasileña
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Al principio parecía que se había adelantado al futuro y que el fascismo nacionalista había vuelto. Más tarde supo que había fútbol. Lo pudo comprobar cuando descubrió a un compi del curro trabajando con una camiseta de la selección española. Dominguet jamás vió nada semejante. Luis Eduardo Aute dijo un día, ante la insistencia de un entrevistador, cuán extraño era que de un tiempo a esta parte los periodistas siempre le preguntaran de qué equipo era. Hace unos años, cuando Dominguet era niño, durante los partidos de fútbol el público en los estadios hacía ruidos y silbaba mientras sonaba el himno nacional, y los jugadores pasaban. ¿Qué ocurre aquí? Dominguet creyó ver que algún jugador se ponía la mano en el corazón y la gente guardaba silencio. Los mandrileños llenan de banderas sus balcones. Los amigos se reunen con bufandas españolistas en pleno verano para ver el fútbol, una compañera dijo a otra que se fuera a Cuba si no era lo suficiente patriota porque no se emocionaba ante el himno. Sí amigos, el nacionalismo fascista ha vuelto.


El texto está extraído de la página de "Dominguet" -anteriormente "terrible hechicero anarquista"-, una web repleta de andanadas sarcásticas contra la estupidez y el Poder. Su responsable también anuncia que la Revolución (mediante marchas bibicleteras, expropiación de bancos...) no será televisada y la emplaza para el 2022. El caso es que el mismo elemento tiene otros trabajos anteriores de los que vamos a dar cuenta de forma un tanto sucinta, muchas de sus obras firmadas con el alter ego de Elvis Pérez.

No se trata de un gran dibujante, sino más bien de un lúcido agitador que aboga por la poesía terrorista social, y que entre otras plataformas (escritas) ha utilizado el comic y la ilustración. Tal vez el periodo más fecundo en este plan fue durante la segunda mitad de la década de los '90 (anticipándose entonces a varios acontecimientos provocados por el Sistema que sucederían en el siguiente milenio) con participación en diversos fanzines ("Botes de humo", "Sunday Morning", "Paté de Marrano", "Sopas de Ajo", "Cretino"...) y autoedición de publicaciones como "El Cosmonauta Eléctrico". Diríase -por decir algo- que bebe de fuentes como el dadaísmo, el nihilismo... y con influencias de El Roto, Chumy Chúmez, la plataforma Luther Blisset... elaborando críticas mordaces al Capitalismo y a la sociedad actual, dando siempre en el clavo.

(Pinchar para ampliar)

En los tebeos de El Cosmonauta Eléctrico empleaba mucho texto y poca y pobre ilustración, aún así el resultado era genial: historias originales y con mensaje (como las del Golem, la visita al planeta Caca, el curso de Economía neo-liberal por correspondencia, etc). Pues sobre ello, un par de entrevistas en internet se pueden encontrar aquí y acá, y una pequeña galería de imágenes.