9 de noviembre de 2009

moteros = fantoches

Como si no tuviésemos ya bastante con coches, cochazos, camiones y camionazos, ahí están estos burgueses que se compran una motarro de gran cilindrada armando ruidaco en calles y caminos. Recordemos que este tipo de vehículos son caros y poco útiles: son un capricho de niñatos ya mayorcitos. Los conductores: unos molestos vacilones, un peligro para los demás y unos capullos en general...

Arriba, un tonto haciendo el "caballito" en la vía pública. Abajo, el personaje de comic "el motorista fantasma" del que luego hicieron peli (no viene al caso, pero es que Hollywood no tiene nada de imaginación, siempre guionizando literatura basura o comics)

Jamás los verás circular a la velocidad adecuada: si la carretera tiene un límite de 100 km/h lo normal es que vayan (y muchas veces en manada) como mínimo a 150 km/h. Es empírico y demostrado. Todavía tienen el morro de defender que es el mejor medio para viajar disfrutando de la naturaleza... desgraciaos! a la velocidad que van (y con esa pestuza a gasolina, cuero y neumático quemado) cómo hostias van a contemplar el paisaje.

Y luego arman pitostes en protesta por lo de los putos guardarrailes. Más de la mitad de los fallecidos por estas estructuras no lo estarían de haber conducido con la testa en vez de con la testosterona. Degradan los lugares (Valencia, Jerez, Valladolid...) donde acontecen sus estúpidas concentraciones. Igual de lamentable es la admiración por estas máquinas irritantes que suscita entre adolescentes idiotas: qué asco-pena daba ver al finalizar el último Gran Premio a decenas de jóvenes borregos agitando banderitas y babeando asomados a los puentes que cruzaban las autovías de acceso al lugar de marras.

El porcentaje de moteras es ínfimo, ellas suelen ir "de paquete". La de la foto se llama Angela Bogdanova y es una acróbata de las dos ruedas

Soy un macarra, soy un hortera, voy a toda hostia por la carretera... (de una copla del grupo Ilegales, 1984)