Medio de transporte económico, ecológico, eficiente, práctico, independiente, saludable, integral... está claro que elegirlo como forma habitual de locomoción es propia de mentes espabiladas. Encima, al parecer, su práctica retro-alimenta la inteligencia del usuario.
Ya que el ejercicio físico estimula la actividad cerebral. En concreto, el aeróbico mejora la función del hipocampo y aumenta el factor neurotrófico derivado del cerebro ó BDNF (esto es, proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas). Aún más específicamente, este beneficio se ha demostrado empíricamente entre estudiantes que utilizan la bicicleta (estudios científicos en España e Irlanda, 2011).
Prueba de agilidad mental... ¿Se percató ud. a primera vista del Godzilla en la imagen?